Una boda rústica en Madrid

Cuando Raquel contactó con nosotros para decir que había pensado que fuéramos quienes nos ocupáramos de su boda, puedo decir que cambiaron muchas cosas en mi vida. La principal, poner en marcha todo esta empresa que pronto hará un año, y sobre todo, contactar y conocer a mucha gente y aprender muchísimo.

Tras un año de preparativos, visitas a la finca (de eso se ocupa mi compi Jose), horas y horas de búsqueda de objetos, precios, y manuales, y sobre todo, meses de trabajo, el 10 de mayo se celebró el enlace más querido al que hemos podido asistir.

Ellos tenían claro lo que querían: un estilo "rustic chic", que combina los elementos naturales que podemos encontrar en una finca al aire libre, con el estilo coqueto de una novia romántica.

La finca, Aal Cachucho, situada al norte de Madrid. He de decir, que como sitio, es espectacular, pero desgraciadamente quienes atienden, dejan mucho que desear como profesionales del sector, no haciendo más que poner trabas a la organización y a los novios.

El catering elegido, Alianzza, una empresa sevillana, que no sólo hicieron un menú extraordinario, sino que trabajaron lo que no os podéis imaginar. Dieron un gran servicio antes, durante y después del enlace.

En la organización, mi compi Jose, de Noterompaslacabeza.com. Todo atado, bien organizado y sin sorpresas desagradables. Las horas de trabajo y buen hacer se notaron. Además quiero dar las gracias a Roberto, Antonio y Dani por su colabración. Y a Toña y Sergio que nos acompañaron todo el fin de semana y nos ayudaron muchísimo.

Y la decoración, corrió íntegramente a nuestro cargo. Desde las flores, hasta las etiquetas de los regalos que los chicos dieron. Desde el Candy Bar al photocall. Lo más sencillo para nosotros, es escuchar a nuestros novios y hacer realidad lo que ellos quieren.
Así que os dejo algunas imágenes de como quedó todo, y a ver que os parece:

Adornamos el arco de entrada a la finca con flores de papel de crepe, hechas a mano
 Así le dábamos la bienvenida a los invitados, con conos con lavanda, programa de la boda y abanicos, para el calor.
Un poste artesanal con flechas indicaba el camino a los invitados.
 Y con un enorme cartel en yute, invitábamos a que se sentaran para asistir a la ceremonia.
Raquel y Rafa, pendientes de la música tan bonita que tocaba su cuñada.
El seating plan, en  cartulina kraft, colgados con pinzas
Y los meseros,  atados a los botes floreros. Unos limones para dar un toque de frescura
¡Y un photocall muy divertido!
Jose y yo probándolo

En una mesita anexa, colocamos el libro de firmas, y algunos disfraces y juguetes para los niños
En una mesita anexa, colocamos el libro de firmas, y algunos disfraces y juguetes para los niños
 Nuestro candy bar, muy dulce, fue todo un éxito. Había muchas chuches, picapicas, cupcakes y ¡unos rosquillos deliciosos del pueblo!

¡Que nos gustan las peonías!






Y aquí unas fotos del día de antes:
¡Esta estructura es magnífica!Desmontable, ligera de peso y adaptable a cualquier fondo. Y creo que única, pues está hecha a medida para nosotros.
 También tengo que agradecer a mi proveedor de flores, que me enviara las flores más bonitas del mundo mundial



¿Qué os ha parecido? Ya puedo aseguraros que fue todo un honor poder hacer esta boda, que cada hora que le hemos dedicado, la hemos disfrutado muchísimo. Y que aunque es un trabajo intenso y duro, nos quedamos con las sonrisas de nuestra pareja, y con momentos como este:








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